El Puente de los Suspiros fue construido durante la gestión del primer alcalde de Barranco, don Francisco García Monterroso (1875-1878), e inaugurado el 14 de febrero de 1876. Su propósito fue unir los extremos de la quebrada natural donde se asienta, conectando las calles Ayacucho y Ábregu.

Ubicado en el corazón de la Zona Monumental de Barranco, este emblemático puente forma parte de un entorno declarado Monumento Nacional mediante la Resolución Suprema N.º 2900-72-ED, publicada el 23 de enero de 1973. Posteriormente, el propio puente fue declarado Monumento Nacional a través de la Resolución Jefatural N.º 191-89-INC/J, emitida el 26 de abril de 1989.

Hoy, el Puente de los Suspiros es uno de los símbolos más representativos del distrito y un lugar imperdible para quienes visitan Barranco.